EL LOCO

ARCANO N ª O 0 22

Hemos visto ya aspectos del loco como la imagen de un espíritu totalmente libre. Pero también podemos mirarlos desde otro ángulo, el del salto que nos lleve al interior del mundo arquetípico de los Arcanos Mayores.
Imagínese el lector adentrándose en un paisaje extraño. Un mundo de magos, de gentes colgadas cabeza abajo, y de de danzarines suspendidos en el aire luminoso. Allí se puede entrar dando un salto desde una cumbre, atravesando una caverna oscura o un laberinto, o incluso descendiendo por una conejera en persecución de un conejo victoriano que lleva un reloj en el bolsillo. Porque mirar al interior del mundo profundo de la mente, cuando puedes permanecer seguro en el paisaje habitual del trabajo, el hogar, la familia.
Y sin embargo, a los que están dispuestos a correr el álbum, el salto puede aportarles jubilo y aventura y finalmente, a quienes tengan el coraje de seguir avanzando cuando el país de las maravillas se vuelve mas terrible que jubiloso, el salto puede llevarlos al conocimiento , la paz y la liberación. Lo interesante es que el arquetipo del loco aparece mas en la mitología que en la religión estructurada.
Una Iglesia institucionalizada difícilmente puede instar a la gente a que se aventura mas allá de los limites de las intituciones. Las Iglesias nos ofrecen, en cambio un puerto seguro para protegernos de los temores de la vida.
La imagen que vemos junto al naipe del mazo de rider presenta la figura del loco y representa al arquetipo como un vagabundo grotesco y que ha sido interpretada de diversas maneras, como el alma antes de la iluminación, como un recién nacido que entra en el mundo de la experiencia, como el principio de la anarquía. Otra interpretación ofrecida es colocando al loco entre el juicio y el mundo, y lo describimos como lo que ve el mundo exterior cuando se encuentra frente a alguien que es un verdadero iluminado. Como el loco no sige reglas ni comparte las debilidades del mundo, aparece de esta manera, feo y deformado, y de su rostro como una mascara que no se ha puesto el, si no el mundo exterior.
La ultima carta, El mundo, presenta al mismo iluminado , pero visto desde adentro, es decir, desde si mismo.
El termino se ha aplicado también a idiotas, loco, inofensivos, y epilépticos graves, de todos ellos se pensaba que estaban en contacto con una sabiduría mayor, precisamente porque están fuera de comunicación con el resto de nosotros.
Siempre aparece acompañado de diversos animales, que puede ser un perro, un tigre etc. El animal simboliza las fuerzas de la naturaleza y el lado animal del hombre, en armonía con el espíritu que actúa a partir del instinto.
El hato que el loco carga a la espalda , son sus experiencias que no las abandona, ni las olvidas, simplemente ellas no lo controlan, tal como frecuente canta los recuerdos y los traumas del pasado controlan nuestra vida.
Como un vagabundo, anda con un palo al hombro, pero el palo en realidad es una vara, símbolo de poder. También el mago y el auriga del carro llevan varas, pero sosteniéndolas conscientemente y con deliberada firmeza. El loco y el danzarín del mundo sostienen sus varas de manera tan descuidada que apenas si las advertimos. Que puede haber mas tonto que tener una varita mágica y usarla para llevar la bolsa al hombro.?Bien podemos imaginar un cuento de hadas en que el hermanito tonto encuentra un palo al borde del camino y se lo lleva, sin darse cuenta de que es una vara mágica que perdió el hechicero.
La vara del loco es negra, las otras dos son blancas. Para la inconsciencia del loco, la fuerza espiritual permanece siempre en estado potencial, siempre lista, porque el no la dirige conscientemente. Tenemos tendencia a interpretar erróneamente el color negro, a verlo como malo como una negación de la vida.
Cuando tememos al negro o a la oscuridad, tememos a la propia y profunda fuente inconsciente de la vida.
Como el comodín, el loco puede ocupar realmente cualquier lugar del mazo, en combinación con y en compañía de cualquier otra carta. Es la fuerza de animación que da vida a las imágenes estáticas. En los Arcanos Mayores, el lugar del loco, esta allí donde hay una transición difícil. El loco nos ayuda a saltar la brecha que hay entre cada línea y la siguiente, es decir, desde El Carro a la Fuerza, desde La Templanza al Diablo. Para llegar al Carro o a la Templanza se necesita gran esfuerzo y coraje, y sin la fácil disposición del Loco para adentrarse de un salto en territorio nuevo, nos detendríamos probablemente en lo que ya hemos logrado.
El lugar del Loco , esta también con aquellas cartas, donde se hace difícil el paso, como La Luna y la Muerte y donde el nos insta a seguir avanzando a pesar de nuestros temores.
En los Arcanos menores, el Loco se relaciona en primer lugar con todas varas, acción, movimiento sin pensamiento. Pero se relaciona también con las copas, con la insistencia de estas en la imaginación y el instinto. Le Loco, en realidad, combina estos dos palos. Esta combinación fuego y agua, representa el camino de la transformación. En las lecturas, el Loco , nos habla de coraje y de optimismo, nos insta a tener fe en nosotros mismos y en la vida.
En los momentos difíciles, cuando la gente que nos rodea nos presiona para que seamos prácticos, el Loco nos recuerda que quien mejor puede decirnos que hacer es nuestro propio ser interior.
Con frecuencia, el Loco, puede simbolizar comienzos, momentos en que uno se aventura valientemente, de un salto, en nueva fase de la vida, en particular cuando ese salto se da a partir de un sentimiento profundo, no de una planificación cuidadosa.
Si la carta se presenta invertida, como toda carta invertida indica que las cualidades de esa carta se encuentran bloqueadas o encausadas en otra dirección. También invertido, significa ante todo incapacidad del consultante para seguir sus instintos. Quizás haga alusión a no correr en un momento decisivo, ya sea por miedo o por confiar demasiado en planes previos y en el consejo practico de otras personas.
Otro significado del Loco, cuando se nos presenta invertido, al principio puede parecer contradictorio con el que acabamos de dar. La temeridad, la extravagancia, los planes delirantes, parecen todo lo contrario al exceso de cautela, y sin embargo se originan en la misma debilidad, en una incapacidad para actuar desde adentro.
La persona temeraria imprime a su vida un atolondramiento artificial y consciente, no solo porque no confía en su inconsciente para que le sirva de gia , sino también porque tiene miedo de estar sin hacer nada.
Este segundo intensificado invertido hace en otra dimensión del Loco, la conciencia de los grandes riesgos solo se han de correr en el acento adecuado. Después de todo son muchas las veces que se necesita cautela y también aquellas en que lo mejor es no hacer absolutamente nada. El principio básico que nos enseña cualquier Oráculo es que no hay ninguna acción ni ninguna actitud que este bien ni mal, a no ser en su contexto a adecuado.
A medida que nos adentremos mas en el Tarot, veremos no solo que las cartas están impregnadas de este concepto del momento adecuado, sino que el constituye en verdad la clave correcta para usarlas.



"Es más fácil ser sabios con otros que con nosotros mismos."
Francois de La Rochefoucauld