Como Nacio el Tarot-Origenes
Tarot es el nombre que recibe la baraja de cartas que se emplea como método de adivinación. Muchas son las páginas que se han escrito sobre su procedencia, pero nadie, ni los más eruditos, han dado todavía con la clave de su origen. Algunos han creído ver en los símbolos del Tarot los misterios egipcios contenidos de forma jeroglífica en templos y bibliotecas; otros lo han comparado con la Cábala judía, el chamanismo celta o los oráculos de Caldea, por poner algunos ejemplos. Posiblemente los orígenes más cercanos del Tarot hay que situarlos en la Italia del siglo XV. En el año 1442, en las cortes ducales de Venecia, Milán, Florencia y Urbino aparecieron las primeras barajas pintadas y diseñadas a mano por artistas de prestigio con las que se realizaban diferentes tipos de juegos. Posteriormente los gitanos, grandes adivinadores y jugadores de cartas las utilizaron como método adivinatorio y las difundieron por Europa. Durante el siglo XVIII en Francia tuvo una gran acogida como práctica adivinatoria dado el ambiente ocultista que reinaba en la época. Lo cierto es que, a pesar de sus usos iniciales y de las constantes modificaciones que ha sufrido en cuanto a número de cartas y diseño, e incluso de haber sido perseguido por el clero y la Inquisición, el Tarot ha pervivido a lo largo de los siglos y ha llegado a nosotros convertido en una de las prácticas adivinatorias que goza de mayor popularidad y posee un considerable número de adeptos.Igual que las runas, las imágenes contenidas en cada una de las cartas del Tarot están cargadas de un gran simbolismo. Representan virtudes y vicios humanos, arquetipos que nos conectan con nuestra propia vida sacando a la luz las pasiones, los deseos y las emociones que se encuentran prisioneras en nuestro inconsciente o de las que tenemos noticia pero no somos capaces de aceptar o ver. Describen un gran abanico de situaciones en el tiempo ofreciéndonos información de lo que nos está ocurriendo en el presente, de los hechos sepultados en el pasado, y de lo que posiblemente nos deparará el futuro. El Tarot recoge como en un inmenso libro todo el significado de la Vida en general y de nuestra vida en particular porque posee las cualidades de un espejo que nos devuelve la auténtica imagen de los que somos. Hay personas que se burlan de las consultas que se hacen al Tarot y ridiculizan sus conclusiones pensando que son grotescas supercherías. Tal vez nunca se hayan detenido a pensar en las relaciones que existen entre lo universal y lo particular, entre el pasado y el presente y que todos coexistimos en un punto del universo donde se alza alma universal. Estos naipes tan especiales pueden ayudarnos de la misma manera que lo hacen las runas, los sueños, las leyendas y los mitos, los cuentos o las creaciones artísticas... todos hablan de nosotros y siempre están dispuestos a auxiliarnos cuanto carecemos de imágenes propias para resolver nuestros problemas vitales.